jueves, 9 de noviembre de 2017

Desigualdad educativa: crece la brecha entre las ciudades y las zonas rurales


Un tercio de la población europea que vive en zonas urbanas tiene estudios superiores, 15 puntos más que en el campo. El coste de vida también es más elevado en los grandes núcleos de población, con mayores sobrecostes en la vivienda

CTXT

Universidad de la Sorbona, París, Francia. 
PLINIO

6 DE NOVIEMBRE DE 2017

La despoblación, un menor PIB per cápita, descensos en el dinamismo económico y empresarial… Los problemas que afectan a las zonas rurales y los extrarradios de Europa respecto de las ciudades llevan tiempo reproduciéndose en muchos de los países de la región. Pese a las diferencias de origen, como las que existen entre los Estados del norte y el sur, los datos de Eurostat de 2016 sobre el nivel educativo de la Unión –uno de los ratios para medir el desarrollo social– muestran que la inequidad formativa entre los diferentes núcleos poblacionales está generalizada, con una brecha que se ha ensanchado en la última década.


Según los datos de este servicio estadístico, durante el año pasado más de un tercio de la población europea que vive en ciudades (35%) tenía estudios superiores. En los suburbios y extrarradios, el porcentaje con este tipo de formación baja a una de cada cuatro personas (24%), mientras que en las zonas rurales solo alcanza a una quinta parte de la población (20%).

Esta inequidad formativa ha ido creciendo durante los años: Entre 2007 y 2016 el porcentaje de población con estudios superiores aumentó en las ciudades de la UE casi nueve puntos, pasando del 25,6% al 34,7%. En las zonas rurales, por su parte, el crecimiento fue solo de algo más de la mitad: del 15,1% al 19,5% en el mismo periodo.

Si se analizan los datos desagregados por países, solo Malta tiene una menor proporción de población con estudios superiores en sus ciudades. El país, una isla urbanizada casi en su totalidad, no es la mejor referencia para evaluar las diferencias entre las zonas rurales y las urbanas del continente. Entre los países de extensión media o grande, únicamente Reino Unido arroja datos similares de educación superior entre los distintos núcleos poblacionales.

En el resto de estados, las diferencias entre las zonas rurales y las ciudades son amplias, mientras que los suburbios y extrarradios proyectan situaciones dispares: en países como Irlanda, España o Polonia la proporción de población con estudios superiores está a medio camino entre el campo y la ciudad; En Francia e Italia el porcentaje del extrarradio es más cercano al de las zonas rurales, mientras que en Grecia se encuentra más cercano al de las ciudades. 

Esta situación educativa no ha evitado que las zonas urbanas afronten sus propios problemas con el bienestar de la población. Pese a la fuerte relación entre el nivel de estudios y las tasas de empleo y los ingresos, el coste de vida, medido en términos de esfuerzo a la hora de acceder a la vivienda, también es un factor determinante generalizado y es bastante más alto en las ciudades que en el resto de núcleos de población: en 2016, el 13% de la población de las ciudades europeas invertía más del 40% de sus ingresos en gastos relacionados con el hogar. En el caso de los suburbios y zonas de extrarradio, este porcentaje baja hasta el 11%. En las zonas rurales la diferencia es de 4 puntos menos, con un 9% de la población que debe afrontar sobrecostes en vivienda.

En este caso, existen más diferencias entre los estados del continente, aunque la tendencia también está bastante generalizada: solo 4 países asumen mayores sobrecostes fuera de las ciudades –Bulgaria, Croacia y Rumanía en el campo y Lituania en sus extrarradios–.
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Espacio de información realizado con la colaboración del Observatorio Social de “la Caixa”.
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ctxt


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