Redacción
BBC Mundo
4 horas
GETTY
IMAGES María Reiche murió en 1998 en Lima y hasta ahora es querida y conocida
en Perú como la "Dama de Nasca".
Llegó
a Perú como profesora de matemática y acabó como guardiana de unos misteriosos
geoglifos preincaicos en medio de un desierto.
Nacida en 1903 en
Dresde, Alemania, María Reiche se mudó al país sudamericano en 1933.
Durante años ejerció
como profesora y traductora, hasta que en 1941 conoció a Paul Kosok, un
profesor estadounidense que se dedicaba a sobrevolar y estudiar las enigmáticas
líneas de Nasca.
Se trata de más de 800
líneas de decenas de metros de largo, unas 300 figuras geométricas y otras 70
con formas de animales,
plantas y seres antropomorfos, las más famosas.
Estos diseños trazados
en el desierto a unos 400 kilómetros al sur de Lima fueron delineados como
canales o zanjas en la arena, es decir, como grabados de bajo relieve.
GETTY
IMAGES Las figuras pueden verse en su totalidad desde el aire, como este mono
de 93 metros de largo.
Se cree que los
dibujos fueron hechos
entre los años 200 a.C. y el 500 d.C., en un área de unos 450
kilómetros cuadrados, y solo pueden apreciarse desde el aire.
Con estas figuras, la
antigua sociedad Nasca, desarrollada hace unos 2.300 años, "transformó un
extenso territorio yermo en un paisaje cultural con alta connotación simbólica,
ritual y social", dice el Ministerio de Cultura de Perú.
Las líneas fueron
descubiertas en 1927 y Kosok creía que eran "el libro astronómico más grande del mundo", que marcaba los
solsticios de invierno y verano.
Pero hasta ahora no se
conoce a ciencia cierta su finalidad.
GETTY
IMAGES Las líneas y geoglifos de Nasca fueron declaradas patrimonio cultural de
la humanidad por Unesco en 1994.
Kosok le mostró a
Reiche fotos que él había tomado a las líneas desde un avión y Reiche se apasionó por ellas.
Tal es así que en 1948,
Kosok se fue de Perú y la alemana asumió su trabajo, según la revista Smithsonian.
Poco después tomaría
una decisión radical que cambiaría su vida y, posiblemente, la del patrimonio
peruano.
Retiro
en el desierto
Reiche se dio cuenta de
que las líneas no estaban protegidas y decidió "salvarlas". Se mudó
cerca del desierto para dedicar día y noche a protegerlas y estudiarlas.
"Inicialmente construyó una pequeña cabaña
cerca de las figuras, donde vivía sola y vistiendo ropa muy sencilla",
le dice a BBC Mundo el arqueólogo peruano Federico Kauffmann Doig, que conoció
a Reiche a inicios de los 60.
También hay figuras antropomorfas
entre las líneas.
"Era una mujer muy
austera en su vestir y en su comportamiento en general", agrega.
Probablemente vivía sin
electricidad ni agua, le cuenta a BBC Mundo el investigador del patrimonio
cultural peruano César Coloma Porcari.
"Cualquier persona
podía pasar por encima de las líneas porque no se ven desde el suelo",
explica Coloma. "Pero ella se dedicó a tratar de evitar eso y lo
logró".
"Tuvo la gran valentía de defender el lugar",
dice y agrega: "Era una mujer muy tenaz, muy fuerte".
GETTY IMAGES Hasta ahora no se
sabe a ciencia cierta el propósito de los geoglifos de Nasca.
Sola y a pie, Reiche
restauró varias de las figuras, "como ella misma decía: 'barriendo las líneas'", recuerda
el arqueólogo Kauffmann.
Además, se dedicó a
difundir la teoría de que funcionaban como un calendario astronómico y, de
acuerdo a Kauffmann, propuso que algunos de los geoglifos representaban
"formaciones celestiales".
Pero estas hipótesis
nunca ha sido comprobadas.
“
Cualquier persona podía
pasar por encima de las líneas. (...) Pero ella se dedicó a tratar de evitar
eso y lo logró. Tuvo la gran valentía de defender el lugar"
César Coloma Porcari, investigador
del patrimonio cultural peruano
"Lo mas importante que
hizo Reiche fue dar a conocer las líneas, las puso en los ojos de
todo el mundo", opina Coloma. "Al estar ahí, una mujer sola de un
país lejano, provocó la curiosidad de muchos. Ahora (las líneas) son famosas
gracias a ella".
Por este motivo, Perú
le debe mucho a la alemana, indica Kauffman: "Sobre todo por su empeño en
que los trazos fueran conservados. En eso era muy estricta".
GETTY IMAGES Después de Machu
Picchu, las líneas de Nasca son el segundo destino turístico más frecuentado de
Perú.
Luego de unos años,
Reiche se mudó a la ciudad de Nasca y en 1974 recibió una subvención de la
revista National Geographic por su labor.
Importante
patrimonio
En 1993 los geoglifos
se convirtieron en reserva arqueológica y parte del Patrimonio Cultural de la
Nación de Perú.
Un año después fueron
declaradas Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En la declaración se
afirma que estas líneas "son
el grupo de geoglifos más destacado del mundo y son incomparables en extensión,
magnitud, cantidad, tamaño y diversidad con cualquier otro trabajo similar
en el mundo", agregando: "Forman un singular y magnífico logro
artístico de la cultura andina".
GETTY IMAGES El colibrí, de 93
metros de largo, es una de las figuras más conocidas de las líneas de Nasca.
Además, según la
Unesco, "se encuentran entre los mayores enigmas de la arqueología".
El aura de misterio que
rodea a esta obra preincaica se debe a tres características, dice Krzysztof
Makowski, profesor de Arqueología de la Pontificia Universidad Católica de
Perú.
Según el experto, se
debe a "su monumentalidad, el hecho de que los diseños pueden apreciarse a
plenitud sólo desde arriba y su ubicación en medio de uno de los desiertos más
áridos del mundo".
Coloma cree que si no
hubiera sido por María Reiche, los misteriosos dibujos "tal vez ya no existirían".
La matemática pasó sus
últimos años viviendo en una habitación de hotel cercano a las líneas. Murió
hace 19 años, en Lima, pero hasta la actualidad es querida y conocida en Perú
como la "Dama de Nasca".
Este
artículo forma parte de la temporada de 100 Mujeres #100Women que organiza la
BBC durante el mes de octubre.
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