Vivimos en una era en la que el
Big Data parece ser la solución definitiva para la obtención de datos. La
posibilidad de obtener información masiva y segmentada a través de Internet, el
hecho de estar permanentemente geo-localizados a través de nuestros smartphones
o la ingente cantidad de metadatos que producimos en nuestros quehaceres
virtuales (llegando a popularizarse el dicho de que “Google te conoce mejor que
tú mismo”) han supuesto una auténtica revolución en todos los sectores
imaginables. Organismos y compañías buscan desesperadamente encontrar perfiles
Big Data para incorporarlos en sus compañías, siendo una de las salidas
laborales más prometedoras del futuro.
Esta situación ha provocado una
cierta desvalorización de los datos
cualitativos, que son vistos como subjetivos, insignificantes, de “pequeña
escala” y por tanto, poco fiables. ¿Qué puede hacer la antropología, la
disciplina de lo particular, frente a la creciente popularización de lo Big, el
gran tsunami de datos cuantitativos generados mediante algoritmos?
Lo cierto es que mucho. Y es
necesario ponerle nombre. Os presentamos el Thick Data.
Thick
Data. La importancia del contexto y la emoción
El término Thick Data ha sido popularizado
por la antropóloga Tricia Wang y
significa literalmente “datos espesos”, un guiño más que evidente a Clifford
Geertz y a su “descripción densa”. El Thick Data se diferencia del Big Data por
su enfoque cualitativo,
obteniendo datos etnográficos que permiten poner de manifiesto contextos y
emociones de los sujetos estudiados. Mientras que el Big Data requiere un
proceso algorítmico generalmente llevado a cabo por estadistas y matemáticos, el Thick Data es terreno de antropólogos,
sociólogos y científicos sociales.
El proceso de recolección de
datos llevado a cabo por el Big Data requiere una estandarización y un
agrupamiento que despoja de contexto los resultados obtenidos. El inmenso
tamaño de las muestras hace imposible centrarse en las historias particulares,
historias repletas de insights y emociones que resultan fundamentales
para entender la relación entre el consumidor y el producto:
“Cuando
las organizaciones quieren construir lazos más fuertes con las partes
interesadas, necesitan historias. Las historias contienen emociones, algo que
ningún conjunto de datos por más lavado y normalizado podrá jamás ofrecer. Las
cifras por sí solas no responden a las emociones de la vida cotidiana, a la
confianza, la vulnerabilidad, el miedo, la codicia, la lujuria, la seguridad,
el amor y la intimidad. Es difícil representar algorítmicamente la fuerza
de afiliación de un individuo con un servicio/producto y cómo el significado de
esa afiliación cambia a través del tiempo.”
Al centrarse en una muestra más
pequeña, el Thick Data es capaz de revelar el contexto social y emocional de
los usuarios, información fundamental para determinar el éxito o fracaso de una
estrategia, producto o proceso. Los
datos obtenidos por el Thick Data se basan en lo humano, en la profundidad y en
la particularidad contextual, y el proceso de recolección puede producir
novedosas ideas aún no abordadas. Sin duda, la técnica por antonomasia del
Thick Data es la etnografía.
El
Thick Data no se muestra como antagónico al Big Data, sino como complementario. No se
trata de la clásica y maniquea oposición entre cuantitativo y cualitativo, sino
más bien de entender que ambas técnicas son igualmente valiosas para obtener un
prisma general de la situación que estamos analizando. Mientras que el Thick
Data pierde escala, el Big Data pierde resolución. Mientras que el Big Data
aísla variables para identificar patrones, el Thick Data asume la complejidad
humana. Dos caras de una misma moneda.
Nokia
y Lego: Aplicabilidad del Thick Data
Tricia Wang desempeñó parte de su
carrera en la compañía telefónica Nokia. En 2009, Nokia aún era líder de
mercado en países “emergentes” como China. La compañía había invertido una
fuerte suma de dinero en Big Data, y había determinado que su modelo de negocio
sería el de producir teléfonos inteligentes para usuarios de élite. Sin
embargo, a lo largo de su extenso trabajo de campo en China, Tricia Wang había
percibido que los usuarios con ingresos bajos estarían dispuestos a pagar por
teléfonos inteligentes más caros. Nokia no debía enfocar su producto hacia la
minoría selecta, sino que debía pivotar su estrategia hacia un público más
masivo. Y así se lo hizo saber a la sede central de la compañía.
Sin embargo, Nokia argumentó que
su muestra de 100 personas era “débil” en comparación a la inmensa cantidad de
datos que había obtenido a través del Big Data, y que ninguno de sus
indicadores cuantitativos apoyaba la teoría de Wang. Algo que resultaba
bastante lógico teniendo en cuenta que el Big Data, con todas las virtudes que
posee, es incapaz de entender el contexto cultural y las emociones humanas.
El modelo de desarrollo de
producto planteado por Nokia resultó un fiasco y la compañía fue absorbida por
Microsoft en 2013. Actualmente solo cuenta con un 3% de cuota de mercado, y su
caída en China precipitó su caída mundial. Según Tricia Wang, una de las
razones fundamentales de este cataclismo fue la fe ciega que la compañía puso en los números y en el
análisis cuantitativo, omitiendo datos densos más complejos como los
proporcionados por la etnógrafa. Y es que “lo que es medible no es lo mismo que lo que es valioso”.
En este vídeo Tricia Wang explica
más detalladamente este caso. También podéis consultar su artículo ¿Por qué Big Data necesita Thick Data?,
traducido al español por Paz Bernaldo.
Al contrario que Nokia, hubo
ciertas compañías que apostaron por el Thick Data y los datos densos para
renovar sus modelos de negocio. En su artículo de Linkedin, Phillip Seacrest
explica el caso de LEGO. A principio de milenio, la compañía danesa sufría una
importante crisis y decidió confiar en antropólogos para determinar cuál era la
relación emocional que los niños mantenían con los juguetes. Tras haber analizado
horas de vídeo donde estos interactuaban con los juguetes, los investigadores
determinaron que los sujetos no estaban tan interesados en muñecos articulados,
sino que la experiencia de juego se daba en mayor grado cuando los niños podían
inventar, crear y construir sus propios juguetes. Los resultados fueron claros:
Lego debía continuar su línea de “bloques de construcción” y abandonar su línea
de juguetes de acción articulados. Este
estudio resultó determinante para el futuro y éxito de la compañía.
El
Thick Data: un futuro prometedor para la antropología
Existen numerosos ejemplos de
aplicabilidad del Thick Data y os animamos fervientemente a seguir husmeando
sobre el concepto. Los antropólogos, sociólogos y científicos sociales del
mañana deben aprender a defender lo que saben hacer y el valor añadido que sus
estudios pueden suponer para empresas y organismos. Las técnicas etnográficas
resultan las más adecuadas para el Thick Data, ya que profundizan en una
miríada de contextos, significados y emociones que otras metodologías, quizás
más asentadas, dificultosamente perciben. El Thick Data es una carta de
presentación, un concepto con el que deberíamos comprometernos y popularizar
entre todos. No nos engañemos, el apelativo data está de moda.
Como siempre, no son pocos los
interrogantes que se abren en la aplicabilidad del Thick Data. ¿Cómo mostrar
resultados que no son cuantificables? ¿Cómo explicarles a los organismos que el
uso del Big Data, por muchas oportunidades que ofrezca, es insuficiente e
incluso ineficaz para abordar ciertos estudios? Y además de todo ello, tampoco
debieramos omitir la “cuestión moral”: ¿Es legítimo que la antropología sirva a
los intereses de las empresas, o deberíamos permanecer en la inmaculada
comodidad de los claustros universitarios?
Estas preguntas, y muchas otras,
deberán ser abordadas desde el trabajo colectivo llevado a cabo por la
antropología del mañana. Una
antropología cargada de futuro, despojada del mito de la “falta de
salidas”, proactiva y comprometida con sectores tan diversos como la
tecnología, la cultura organizacional, el diseño, la salud, las políticas
públicas. Una antropología que no entienda el Big Data como una amenaza para su
propia existencia, sino que sepa posicionarse como un elemento complementario y
necesario a los estudios cuantitativos.
Solo de este modo alcanzaremos el
ansiado objetivo de la profesionalización.
¿Quereís
saber más sobre el Thick Data? Podeís consultar estos enlaces:
¿Por qué Big Data necesita Thick
Data?, por Tricia Wang (traducido por Paz Bernaldo)
https://medium.com/@triciawang/por-qu%C3%A9-big-data-necesita-thick-data-fbbe11dfb088
https://medium.com/@triciawang/por-qu%C3%A9-big-data-necesita-thick-data-fbbe11dfb088
Necesidades Big Data grueso de
Datos, por Tricia Wang
http://ethnographymatters.net/es/blog/2013/05/13/big-data-needs-thick-data/
http://ethnographymatters.net/es/blog/2013/05/13/big-data-needs-thick-data/
Good Bye Big Data, Hello Thick
Data, por Phillip Seacrest
https://www.linkedin.com/pulse/goodbye-big-data-hello-thick-philip-seacrest
https://www.linkedin.com/pulse/goodbye-big-data-hello-thick-philip-seacrest
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