domingo, 3 de septiembre de 2017

Chincha EN LA HISTORIA


Recientes investigaciones arqueológicas dan nuevas luces sobre la importancia de esta provincia de Ica en la formación de lo que hoy conocemos como Cultura Paracas.

Redacción LR
Domingo, 3 de Septiembre del 2017

La primera prueba escrita de la existencia del señorío de Chincha se dio en un momento clave de nuestra historia: la captura del inca Atahualpa. Los cronistas describen su asombro ante la aparición del Hijo del Sol escoltado por miles de guerreros y seguido muy de cerca -también en andas cubiertas de oro- por el gran Señor de Chincha.


Ahora podemos especular que el triunfo de Atahualpa en la guerra civil con su hermano Huáscar se debió precisamente a su alianza con tan importante reino costeño que le dio nombre a una de las cuatro regiones incas, el Chinchaysuyo. Pocos saben que en su territorio se desarrolló la ahora denominada Cultura Paracas y que siglos después sorprendió a los conquistadores cristianos por su enorme flota de naves comerciales (impulsadas a vela) y sus numerosas recuas de llamas, con las que comercializaban con los lugares más alejados del Tawantinsuyo.

"Si entendemos el arte de gobernar de los Incas y sus capacidades de conquista, es obvio que los señores Chincha habían generado una importancia económica, política y religiosa en la costa sur. A la vez, los Incas buscaron establecer relaciones con aliados que les permitiesen expandir cada vez más sus territorios. Parece ser que las elites chinchanas se beneficiaron de esta negociación y fue durante la época Inca que incrementaron su poder en el valle y la costa peruana", nos dice el doctor Henry Tantaleán.

Su importancia se mantuvo durante la conquista española. Tanto que Diego de Almagro fundó la capital de Nueva Toledo en Chincha, antes de ser vencido por las tropas de su ex socio Francisco Pizarro, durante la guerra civil previa al establecimiento del Virreynato del Perú.

Sin embargo, hoy en día todo este glorioso pasado de Chincha está sumido en el olvido.

"Sabemos que la cultura Paracas había tenido una importante presencia en el valle de Chincha. Los trabajos de Dwight Wallace y Luis Guillermo Lumbreras habían comenzado a comprender este fenómeno más allá de los descubrimientos de Julio C. Tello en la península. Sin embargo, solamente ahora se ha desarrollado un programa de investigaciones arqueológicas de largo plazo y con objetivos de investigación enfocados en la cultura Paracas en Chincha", añade Tantaleán, coautor, junto con el doctor Charles Stanish, del libro Cerro del Gentil: Un Sitio Paracas en el Valle de Chincha, Costa Sur del Perú.

Quienes visitan Chincha se sorprenden al comprobar la existencia de enormes "huacas" piramidales como Limay, La Cumbe, Huaca Alvarado, Huaca Santa Rosa, El Complejo Soto y el Complejo San Pablo. O la majestuosa Huaca Centinela, también conocida como Chinchaycamac, que también fue ocupada por los incas cusqueños.

Los arqueólogos han identificado dos áreas de antiquísimos asentamientos en Chincha. Se trata de los valles Bajo y Alto. Huaca del Gentil está ubicada en la parte media y guarda valiosa información científica como para reescribir la historia de Chincha.

"Al contar con fuentes escritas sabemos algo más de los Chincha, aunque paradójicamente esta información ha hecho que su investigación arqueológica sea reducida", sostiene Tantaleán.

"En el valle de Chincha primero tenemos a los Paracas, luego varias otras sociedades, luego a los Chincha y, claro, a los Incas", agrega.

Mar de fondo

Los chincha fueron algo así como los fenicios andinos que impulsaron el comercio marítimo en toda la costa occidental del Oceáno Pacífico.

Y este es uno de los objetivos de las investigaciones arqueológicas. Tantaleán reconoce que "desde la década de los setenta, gracias al hallazgo de documentos coloniales hecho por María Rostworowski, se empezó a buscar la evidencia arqueológica de la navegación de los pueblos de Chincha. Investigaciones como las de Daniel Sandweiss comprobaron la existencia de grupos de pescadores, tal como se mencionaban en esas fuentes coloniales. Por otra parte, hay hallazgos aislados en islas y en otras áreas de la costa que plantean la existencia de una importante ruta de navegación hasta el sur de la costa ecuatoriana. De hecho, junto al famoso arqueólogo ecuatoriano Jorge Marcos, hemos hecho investigaciones al respecto".

Paracas en Chincha

"En este libro, hemos reunido gran parte de los datos obtenidos durante nuestras tres campañas de excavación y, a la vez, ofrecemos nuevas perspectivas sobre el fenómeno Paracas en el valle de Chincha y la costa sur peruana", agrega Tantaleán.

Y es que Huaca del Gentil reveló más de un sorpresa para los arqueólogos.

Los fardos descubiertos han ampliado la información que se tenía sobre la tradición funeraria Paracas, poco conocida antes de los hallazgos de Julio C. Tello en 1920.

Como se sabe, las tumbas de las primeras sociedades andinas son como libros abiertos para los arqueólogos. Sirven para entender la cosmovisión de aquellas culturas que se desarrollaron siglos antes de la llegada de los cronistas europeos.

En el caso de Huaca del Gentil sobresalen los finos textiles, rodeados de bellas ofrendas como canastillas de y cerámicos repletos de cabellos.

Otra novedad entre las ofrendas funerarias fue el hallazgo de una cabeza de ave que sorprendió a los arqueólogos por su hiperrealismo. Pero la sorpresa fue mayor cuando descubrieron que se trataba de una pieza de cerámica decorada con plumas.

Las excavaciones también dieron nueva información sobre la arquitectura Paracas, con sus plazas cuadrangulares hundidas, su orientación hacia los cuatro puntos cardinales, y hasta reveladores detalles como el desplome y las rajaduras provocadas por un terremoto no registrado en los actuales almanaques.

Lo más atractivo para los arqueólogos fue el hallazgo de un patio hundido con capas de tierra que contenía ofrendas y restos de alimentos, estos elementos fueron parte de un ritual en el edificio principal.

¿Qué falta hacer en Huaca del Gentil? Para Tantaleán "nuestras investigaciones han generado una importante información sobre la cultura Paracas en este sector medio del valle. Siempre se puede excavar más en el sitio, puesto que existen áreas que no han sido tocadas. Por otra parte, es posible que con la información cultural y material rescatada en el sitio se pueda generar algún tipo de circuito turístico que incluya la arqueología de la zona de El Carmen, solo conocida por su importante cultura afroperuana. La defensa de este sitio es una de las tareas principales".

Nueva ruta turística

Los circuitos turísticos de Chincha, más allá de los relacionados con el tema "afroperuano", podrían involucrar la recuperación de sus monumentos prehispánicos y la construcción de un museo de sitio local.

"Hacer un museo arqueológico en la zona de El Carmen no sería una mala idea a la luz de las experiencias vistas en otras partes del Perú. Pero siempre es importante entender bien el contexto social en el que se plantean dichas iniciativas", asegura Tantaleán. "Sería importante que las mismas comunidades se 'apropien' del sitio y tengan la posibilidad de participar efectivamente en la gestión y uso de sus sitios arqueológicos".

Lo cierto es que con estas investigaciones arqueológicas, ahora sabemos que Chincha fue uno de los espacios habitados por aquellos anónimos artistas que confeccionaron los célebres mantos Paracas.

Sabemos que la cultura Paracas había tenido una importante presencia en todo el valle de Chincha...”“En el valle de Chincha primero tenemos a los Paracas, luego varias otras sociedades...”


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