13 septiembre 2017
Imagen
aérea de un pueblo indígena amazónico tomada en Brasil en 2011, cerca de la
frontera con Perú.
© BBC/FUNAI/Survival
Indígenas de Brasil
piden ayuda internacional para evitar más matanzas después de la presunta masacre de indígenas
aislados y denuncian los recortes del Gobierno que
han dejado sus territorios desprotegidos.
Paulo Marubo, líder
indígena marubo del oeste de Brasil, declaró: “Podrían producirse más ataques y
asesinatos. Los recortes de fondos de la FUNAI han afectado
directamente a las vidas de los pueblos indígenas, principalmente a las de los
más vulnerables: los pueblos indígenas aislados.” (FUNAI es el
departamento de asuntos indígenas del Gobierno brasileño).
Marubo es el
coordinador general de la organización indígena Univaja, que defiende los
derechos indígenas en la Frontera
amazónica de los no contactados, la región con mayor concentración de
pueblos indígenas aislados del mundo.
Paulo
Marubo, coordinador de la organización del Valle del Javarí en la Frontera
amazónica de los no contactados.
©
Amazonas Atual
COIAB, la
organización que representa a los indígenas de la Amazonia brasileña, denunció
los drásticos recortes en el presupuesto destinado a la FUNAI, que han
dejado muchos territorios indígenas sin protección.
“Condenamos con
vehemencia este brutal y violento ataque perpetrado contra las vidas de
indígenas aislados (…) Esta masacre demuestra y reafirma el incalculable
retroceso que vivimos en materia de derechos humanos y de derecho a la vida de
los pueblos indígenas en este país diverso.”
“Los recortes y el
desmantelamiento de la FUNAI favorecen a los políticos poderosos que
siguen saqueando nuestros recursos, nuestros derechos territoriales y nuestra
existencia, e interesa a quienes defienden la minería en tierras indígenas.”
La semana pasada se
difundieron informaciones todavía sin confirmar de que unos diez indígenas aislados fueron
asesinados por garimpeiros o mineros de oro, y sus cuerpos mutilados
y arrojados a un río.
Al parecer, los mineros
se jactaron de la atrocidad en un bar de una localidad cercana. Entre las
víctimas habría mujeres y niños. El Ministerio Público Federal del estado
Amazonas abrió una
investigación tras la denuncia realizada por la FUNAI.
Estos
indígenas sapanawas establecieron contacto en 2014. Denunciaron que su
comunidad había sido atacada, y que murieron tantos integrantes de su comunidad
que no lograron enterrarlos a todos.
© FUNAI/Survival
La presunta masacre es
solo la última de una larga lista de asesinatos previos de indígenas aislados
en la Amazonia, como la infame
masacre de Haximu de 1993 en la que 16 indígenas yanomamis fueron
asesinados por un grupo de buscadores de oro.
Más recientemente, un grupo de indígenas sapanawas se
mostró en la Frontera amazónica de los no contactados y denunció que sus
hogares habían sido atacados y totalmente quemados por foráneos, y que mataron
a tantos miembros de su comunidad que no fueron capaces de enterrar todos los
cuerpos.
Todos los pueblos
indígenas aislados se
enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida.
Survival International está haciendo campaña para garantizar sus tierras, y
para que tengan la oportunidad de decidir su propio futuro.
El director de Survival
International, Stephen Corry, declaró: “La decisión del Gobierno brasileño de
recortar la financiación de los equipos que protegen los territorios de los
indígenas no contactados no fue un error inocente. Se adoptó para satisfacer
los poderosos intereses de quienes quieren abrir las tierras indígenas para su
explotación (minera, maderera y agroganadera). Estas son las personas a las que
se enfrentan los indígenas, y las muertes de indígenas no contactados no les
van a parar. Nosotros sabemos que la presión pública funciona: muchas campañas
de Survival han tenido éxito contra todo pronóstico”.
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